La isla del
tesoro perdido
1- Hola, soy
Katie
Respondí un poco
confusa la pregunta de la profesora. Después seguí atendiendo lo que explicaba
sobre la historia de España. Como me aburría un poco, saqué mi
cuaderno y escribí el final de una de mis historias, que hago en los ratos
libres. Firmé la gran obra de arte, con mi nombre Katie Takoshi y mi edad, 10
años, y mi localidad, Tokio, por si en algún momento, se llega a ser publicada y es un best seller de
la literatura, al igual que las andanzas de Don Quijote y Sancho, uno de mis
libros preferidos. Miré a Jim mi mejor amigo y poco después me pasó una nota en
la qué ponía “¿Qué harías si fueras millonaria? Yo le miré, le sonreí y le
susurré:
_Qué más
quisiera…
Jim y yo somos
amigos desde preescolar y sabe perfectamente que nuestras familias no son lo
que se puede denominar ricas. El abuelo de Jim fue un pirata y encontró un
tesoro en una isla desierta, pero cuando fue a llevar todo el dinero a su
familia perdió el timón y aún sigue intentando llegar a tierra, eso es lo que
se inventa Jim para darle emoción, porque no puede saber donde está si él no se
lo dice. Jim aún tiene alguna pequeña esperanza de que su abuelo llegue sano y
salvo a tierra y que su familia vuelva a
tener fortuna.
Después de la
inesperada pregunta de mi amigo me quede pensativa… Unos instantes después
corté una hoja de mi cuaderno y le escribí una notita a Jim. Él me sonrío.
Terminé la tarea que nos había mandado nuestra maestra para ver si habíamos
comprendido la lección. La deposité en su mesa y bajé al recreo.
Yo normalmente no
era la reina de las buenas notas pero mi madre me hace estudiar mucho para que
de mayor tenga un oficio decente y pueda pagar la universidad. ¡Eso si llego,
porque tras este ejercicio de comprensión mi futuro puede chafarse por
completo! La razón de que mi familia no sea del todo rica es que tiene que dar
de comer a cinco hermanos. La mayor tampoco sacó notas buenas en la universidad
y por ello ahora trabaja de barrendera. Otra de las muchas razones de la pobreza
de mi familia soy yo. Me entristece decirlo pero como mi madre tiene que pagar
a tantos profesores particulares…
Jim es otro caso.
Él en cambio saca en todo sobresalientes y cada vez que saca un siete se
deprime. ¡Qué sería de Jim si sacase lo mismo que yo en los globales! Él no
tiene que esconder todas sus notas bajo la cama ni decir a su abuela que no se
entera de nada que se las firme. Mi abuela, tiene alzheimer y cuando le mandan
quedarse en casa a cuidarme nunca sabe si hemos estado peleándonos o ni
siquiera si le he colgado a mi hermano de la lámpara, cosa que me facilita que
mis padres me digan ¡Ay mi solete, así quiero verte siempre con tu hermano!,
aunque técnicamente, haya echado pegamento ultra-fuere en la taza del váter.
Tampoco tiene que aguantar a dos gemelos plastas, a mi hermanita pequeña, a la
de veintinueve ni a la chivata de trece. Él es hijo único. Ser hijo único
quiere decir que eres el nieto preferido de tu abuela, que tienes una
habitación para ti solo y que nadie te chincha cada vez que mamá te regaña.
Según él, ser hijo único solo significa que no tienes hermanos. Si eso es así
entonces llegas a la conclusión de que los hermanos son un problema. Lo que más
me fastidia es que solo mis hermanos sean un problema. Lilly, mi segunda mejor
amiga tiene dos hermanos. Pero creo que no son hermanos de verdad. Creo que son
una especie de marcianos de una galaxia lejana o robots del futuro, cosa que me
preocupan, yo siendo una especialista en hermanos, puedo aseguraros que no son
normales. Es muy extraño que cuando voy a su casa a jugar no aparezcan en
ningún momento por la habitación de Lilly. Es curioso que cuando entran siempre
piden permiso. ¡Y lo mejor de todo es que te traen limonada y galletitas!
Después de pensar
en todas esas cosas miré hacia la derecha. Venían Jim y Lilly sofocados,
después de haber estado jugando un buen rato a la comba:
_ ¡Hola Katie!
¿Por qué hoy no juegas con nosotros?
_ Estoy pensando
un mi futuro, y anotando consejos para que sea mejor. ¡Igual escribo un libro
con mis aventuras!
_Ya, ya, ya…
¡Oye! ¿Quieres venir a mi casa y terminamos el trabajo de biología? También
vendrá Lilly.
_ ¡Vale! Hoy
tenía particulares de inglés pero como he sacado un 8 me han dejado faltar
algunos días. Iré sobre las seis.
Después de tanta
charla llegó la hora de volver a clase. Siempre que te lo empiezas a pasar
bien, el patio se te hace cortísimo. Subí las escaleras hablando con Lilly. Me
contó que podríamos poner en el proyecto alguna foto de jirafas. A Lilly le
encantan las jirafas. En todos los
proyectos, trabajos, dibujos. ¡Pega alguna jirafa! En todas las redacciones
habla de jirafas y en su habitación tiene una cenefa de jirafas, un edredón de
jirafas, un peluche de jirafa, cuadros de jirafas y… ¡Una jirafa! Sus abuelos
son muy ricos y tienen un jardín. La jirafita es un bebé y cuando se haga más
grande la llevarán a vivir a la mansión de sus abuelos. Se llama Tina. ¡Es
monísima!
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